¡Me cayo el veinte!

Hasta hoy: ¡me cayo el veinte!

Escribir y mantener un blog no es tan fácil como pensaba. Sobre todo porque mi formación académica no tiene ninguna relación con la redacción, aunque estoy muy acostumbrado a escribir informes médicos, artículos médicos o incluso plantear mis ideas de forma oral en una conferencia, el escribir una bitácora no se parece en nada a mis experiencias ante una maquina de escribir o una computadora.

He dedicado tiempo para leer bitácoras (blogs) y me ha sorprendido agradablemente el desparpajo como escriben la gran mayoría por supuesto pertenecen a la generación X, debo aceptar que aunque de la colita pertenezco a la generación baby boomer. Decía me gusta leer algunas que tienen ritmo y cadencia además de que conservan las reglas básicas de la ortografía, otras ............. ......... jejejeje me sorprenden por lo caótico de su presentación, en fin, es bueno conocer los dos lados de la moneda. También me ha gustado el apoyo visual que algunas tienen, en otras se nota es fácil observar que tienen investigación bibliográfica, otras son simplemente de "oidas" aventurandose a terrenos peligrosos e incluso rayando en la ignorancia del tema que ellos mismos proponen. La gran mayoría tienen como objetivo creo yo, dar a conocer sus ideas, su forma de ser, de vivir y llevan un diario o simplemente hacen apuntes de lo que les sucede alrededor.

Además por supuesto para entrar en este mundo de las bitácoras se necesita por lo menos ciertos conocimientos del uso de la computadora y sus recursos. Por lo poco que he podido apreciar podemos dividir que la población que hace bitácoras se divide en dos partes, la mayoría son expertos en computación, fotografía o escritores, la otra en la que me encuentro yo somos minoría y no tenemos casi ningún conocimiento en esos campos.

A todos, sin excepción los felicito ya que que no es fácil exponer claramente las ideas mediante la escritura y menos en estos tiempos de que los medios audiovisuales nos bombardean hasta por la retaguardia. Hay que aceptar que al "vulgo" no le gusta leer, lo quiere todo "peladito y en la boca" (aficionados al populismo, léase gobiernos de Luis Echeverría y AMLO).

¿Quién dijo que el internet era frío sin alma y sin personalidad? Aquí vemos el ejemplo palpable quien piensa de esa manera está equivocado. Todo lo que he leido a través de bitacoras, blogs o como se llamen, esta repleto de características únicas que el autor le imprime de acuerdo muchas veces de acuerdo a la actividad de sus glándulas de secreción interna, algunos demuestran que sus hormonas "sacan chispas", otros nos indican la falta de serotonina, otros más se encuentran con resistencia a insulina, etc. Todos tienen su sello personal y demuestran su coeficiente intelectual más facilmente perceptible mediante este medio que si los conocieramos personalmente. Hay que recordar que las apariencias engañan.

Entonces... ¿cómo sigo? bueno, ya me las arreglaré para que mi poca materia gris me ayude a continuar con "SIN HORMONAS NO SOMOS NADA" y no morir en el intento.