Navegando me encontré algunos datos interesantes acerca del famosísimo platillo típico prehispánico y ahí les van. Tan popular ahora como en la época prehispánica el pozole es tal vez, el platillo que mejor ha trascendido la historia de México, seguramente debido a la espectacular combinación de sabores.
Cuenta fray Bernardino de Sahagún en su Historia General de las Cosas de la Nueva España que durante las fiestas en honor al dios Xipe, al emperador Moctezuma se le servía rebozante plato de pozole, el cual era coronado con el muslo de algún prisionero sacrificado.
La palabra pozole tiene su origen en el idioma náhuatl, en concreto deriva de "pozolli", que significa espuma, efecto que se consigue al hervir los granos de maíz más grandes y blancos (denominados cacahuazintle o reventón), que se abren como flor al punto de ebullición del agua.
¿Cómo ven? jejejejejejej, y ahondando en el tema vale la pena conocer quién era el mismísimo dios Xipe. El misterioso dios azteca Xipe representaba a la agricultura, se le rendía culto en verano y significaba el culto a la muerte y el renacimiento de la naturaleza.
En la segunda veintena del año, se celebraba una de las ceremonias más importantes, que era la fiesta del "Desollamiento de Hombres" (Tlacaxipehualiztli). En ella los ritos de desollamiento estaban dedicados al dios Xipe-Tótec. Este ritual, de cuyo desarrollo dan cuenta Sahagún, Durán y otros testigos del siglo XVI, iba más allá del simple horror y crueldad que en él vislumbraron. Recordemos que Xipe-Tótec es el dios de la primavera; la tierra debe cambiar su piel muerta por una nueva y fresca que permita el surgimiento de nueva vegetación.

Hoy aprendí algo nuevo acerca del delicioso pozole que me voy a cenar al ratito, claro, sin el muslo de mi mayor enemigo, aunque lo voy a recordar con el inmenso deseo de ser antropófago este 15 de septiembre de 2004.
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